HACE 40 AÑOS: ASTURIAS SOCIALISTA

Lugar y fecha del evento

Día: 28 octubre, 2022

Durante la Transición democrática asistimos en Asturias a la consolidación de la FSA-PSOE como fuerza política hegemónica desde las elecciones generales del 15-J de 1977 -condición que ya había alcanzado en los sucesivos comicios celebrados durante la Segunda República-, elecciones las del 15-J en las que el PSOE obtuvo en Asturias 5.259 votos más que la Unión de Centro Democrático (UCD), la segunda fuerza política más votada (31,81 % y 30,90 % respectivamente sobre el total de votos válidos)[1].

En el proceso de afirmación del socialismo como organización socio-política con mayor peso en Asturias, 1979 fue un año trascendental. En las elecciones generales del 1 de marzo y municipales del 3 de abril la FSA acrecienta su porcentaje de votos (37,37 % y 34,20 %) con respecto a las de 1977 (30,90 % como se recordará)[2].

En las municipales UCD y Coalición Democrática (CD) accedieron a las alcaldías de 38 de los 78 municipios asturianos, frente a los 30 de izquierdas y 10 independientes. El número de habitantes es, sin embargo, muy superior en los municipios de mayoría de izquierdas: en total eran 688. 419 por 410. 523 en los de UCD y CD. Pero además, el pacto firmado entre la FSA-PSOE y el Partido Comunista de Asturias (PCA), sobre la base de un documento en el que ambos se comprometían a superar la crisis en que el franquismo dejó sumidos a los municipios y a informar periódicamente a la opinión pública del desarrollo del pacto firmado, hizo posible que las ciudades y villas más importantes de la región, con la excepción de Oviedo, gobernado por Riera Posada de la UCD, tuvieran alcaldes de izquierdas. Concretamente, destaquemos que en virtud del pacto se constituyeron 22 corporaciones municipales presididas por un alcalde que había encabezado la candidatura socialista. Corporaciones a cuyos compañeros/as les correspondió la ingente tarea de poner en marcha el funcionamiento de los ayuntamientos democráticos, empezando por algo tan simple, pero no exento de tensiones, como la eliminación de la simbología franquista y el tener que lidiar con los funcionarios identificados en la mayoría de los casos con el régimen caduco[3].

[1] PSOE y UCD obtuvieron ambos 4 escaños. Por la FSA-PSOE resultaron electos Luis Gómez Llorente, Honorio Díaz Díaz, José Manuel Palacio Álvarez y Emilio Barbón Martínez. Por otra parte, la candidatura “por un Senado Democrático” formada por Rafael Fernández (PSOE), Atanasio Corte Zapico (Izquierda Republicana) y Wenceslao Roces (PCE), triunfó de forma aplastante sobre las demás. 

[2] El 1 de marzo de 1979 fueron elegidos diputados socialistas por Asturias Luis Gómez Llorente, Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos, Jesús Sanjurjo González, Avelino Pérez Fernández. La candidatura al Senado triunfante la constituyeron Honorio Díaz, Rafael Fernández y Fernando Morán.

[3] Relación del alcaldes socialistas tras las elecciones municipales del 3 de abril 1979: Manuel Ponga Santamarta (Avilés), Roberto Pérez López (Belmonte), Rogelio Alonso Rodríguez (Castrillón), Luis Belarmino Moro Suárez (Corvera), Benjamín Fernández Cerredo (Degaña), José Manuel Palacio Álvarez (Gijón), Maximino González Felgueroso (Langreo), Pablo García Fernández (Laviana), Enrique Barquero García (Lena), Vital Álvarez-Buylla Rodríguez (Mieres), Landelino García Suárez (Morcín), Emilio Ramón Ballesteros Castro (Nava), Emilio Pando Bustillo (Parres), Juan Antonio Ureta Sánchez (Ribadesella), Alfredo Turrado Alonso (Ribera de Arriba), Aladino Álvarez García (Riosa), José Villanueva González (San Martín de Oscos), Fructuoso Rozada González (SMRA), Jesús Ferreiro de la Torre (San Tirso de Abres), Manuel Marino Villa Díaz (Siero), Samuel Arturo Carrio Álvarez (Sobrescobio) y Ricardo Suárez Argüelles (Somiedo).

Elecciones generales de 1982. Mitin fiesta en la plaza de la Catedral de Oviedo organizado por la JSA.

Confirmación del poderío político del socialismo regional fue lo ocurrido en las elecciones generales del 28-O de 1982. La espectacular mayoría absoluta del PSOE a nivel nacional (48,4 % del total de votos válidos) se tradujo en Asturias en el 52,36 % alcanzado por la candidatura encabezada por Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos, es decir, la mayoría absoluta no sólo en escaños (6), sino también en sufragios[1]. Mientras los aspirantes socialistas al Senado (Honorio Díaz, Rafael Fernández y José Ramón Herrero Merediz) se situaron por encima de los 300.000 votos, muy lejos de los 184.000 alcanzados por el candidato de CD (Francisco Álvarez Cascos), el 4º senador electo.

[1] Además de Pedro de Silva (sustituido en mayo de 1983 por José Manuel González García) ocuparon escaño en el Congreso de los Diputados Luis Martínez Noval, Marcelo Palacios Alonso, Álvaro Cuesta Martínez, Francisco González Zapico y Ludivina García Arias

Presentación de la candidatura a las elecciones generales del 28 de octubre de 1982 en el hotel de La Reconquista (septiembre 1982)

Mitin en el Estadio Carlos Tartiere de Oviedo el 14 de octubre de 1982.

papeleta congreso

Protagonismo destacado por lo tanto al máximo nivel de la política nacional y municipal. Decisiva fue también la participación del socialismo en la configuración del entramado institucional asturiano. De hecho, en la primera reunión de la Comisión Ejecutiva de la FSA de la que se conserva Acta, levantada el 6 de julio de 1977 (AFJB), ya se contempló la posibilidad de “Someter a los asturianos un Estatuto de Autonomía”. El 10 de agosto se dio un nuevo paso al acordar poner en marcha un equipo de trabajo para la elaboración de un anteproyecto de Estatuto. Y la cuestión de la preautonomía mereció la consideración de tema monográfico en la reunión extraordinaria de la Ejecutiva de la Federación del 3 de agosto de 1978. En la misma se tomó el acuerdo de rechazar la propuesta del Gobierno central de que tras las elecciones municipales el Órgano autonómico estuviese formado por 14 parlamentarios y 30 componentes de la Diputación Provincial. El viernes 10 de noviembre de ese año, y pese a las reticencias de la derecha, Rafael Fernández Álvarez, a la sazón primer secretario (secretario general) de la FSA, asumía la Presidencia del Consejo Regional de Asturias –heredero del que funcionó en plena Guerra Civil, presidido por el también socialista Belarmino Tomás-, constituido a iniciativa de la Asamblea de Parlamentarios Asturianos, reunida en Cangas de Onís y presidida por el propio Rafael. Al PSOE en principio le corresponderían, además de la Presidencia y la correspondiente Secretaría, las consejerías de Trabajo, Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones, Agricultura y Bienestar Social. Proyecto orgánico que se concretaría después, a propuesta de la Ejecutiva de la FSA (16 de junio de 1979), y con Jesús Sanjurjo de responsable de las negociaciones con otras fuerzas, de la siguiente forma: Presidencia: Rafael Fernández Álvarez; Secretaría de la Presidencia: Francisco Prendes Quirós; Urbanismo, Vivienda Ordenación del Territorio y Medio Ambiente: Luis Antonio Priede; Cultura: Atanasio Corte Zapico, y Trabajo: Emilio Barbón Martínez.

Bien es cierto que el poder regional tardaría aún un tiempo en hacerse efectivo: Asturias no dispuso de las primeras transferencias hasta abril de 1980. Un tiempo durante el cual el Ente Preautonómico Regional, al decir de Jesús Sanjurjo -que en esta cuestión como en las de carácter orgánico se nos antoja figura capital-,”de alguna manera iba teniendo influencia en el pueblo”. A la par que se avanzaba en la elaboración del Estatuto de Autonomía para lo que, desde la Ejecutiva de la FSA, el 28 de diciembre de 1978, se impulsaba la formación de una Comisión compuesta por Francisco Prendes Quirós, Jesús Sanjurjo, Pedro de Silva y Ludivina García Arias y presidida por el secretario de Organización, Celestino Suárez. Una nueva Comisión redactora del Estatuto surgió de la reunión de la Ejecutiva de la Federación del 22 de junio de 1979. De la misma formaron parte: José Manuel Palacio, Eugenio Carbajal, Sosa Wagner, Pedro de Silva, Bernardo Fernández y Rafael Fernández. Fueron tiempos de zozobra que exigieron la reestructuración del Consejo de Gobierno preautonómico, entre otras razones por la exigencia del PCA de entrar en el mismo y por las circunstancias derivadas de la política general que implicaron la paralización de la aprobación del Estatuto de Autonomía hasta diciembre de 1981. Rafael Fernández, sin solución de continuidad, adquiriría entonces la condición de primer presidente del Principado de Asturias hasta el 1 de junio de 1983.

Fuente: Adolfo Fernández Pérez, «Historia del Socialismo Asturiano Tomo IV. En el Franquismo y Transición» FJB Oviedo 2022 pp 409 a 413

Fotos: Archivo de la Fundación José Barreiro

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